Dos partos, dos formas, dos experiencias
¿Cesárea o parto?
Una de las cosas que piensas cuando éstas embarazada o cuando piensas en tener un bebé es cómo y dónde será la llegada de la nueva integrante de la familia. Yo tuve la oportunidad de experimentar un parto por cesárea y un parto natural; la primera en una clínica y el segundo en casa. Esta es la historia de mis partos.
Mi experiencia en el primer parto fue el resultado de la falta de información por lo que accedí a la cesárea que me indico el médico. Durante todo mi embarazo no tuve ningún tipo de complicaciones. No hubo ruptura prematura de membranas, ni hipertensión, ni diabetes, ni preclamsia. Sin embargo al final de los nueve meses el ginecólogo nos dijo que tenía que intervenir ya que la bolsa no tenía suficiente líquido y que a la hora de parir tanto la bebe como yo sufriríamos. Ahora que ha pasado el tiempo y me he informado he podido ver que la falta de líquido no era suficiente motivo para realizarme una cesárea. Existen mujeres que han tenido partos vaginales sin mucho líquido, he incluso se han presentados partos secos.
De haber estado mejor informada lo más probable es que hubiera optado por esperar al parto
Fue un 29 de septiembre del 2010 cuando entré al quirófano alrededor de las 8:00 de la mañana. Me anestesiaron, me sujetaron los brazos y empezó el procedimiento quirúrgico, al cabo de un rato nuestra hija nació. La pediatra se la llevo para “limpiarla” y yo la escuchaba llorar mientras me suturaban. Ahora sé que no debieron separarla de mi lado; en cuanto a la “limpieza” que se le realiza a l@s recién nacid@s no deberían de realizarla, ya que es una capa de grasa que l@s protege del entorno. Después de que terminaron de suturarme pasó un tiempo más sin poder estar con nuestra hija. Finalmente pude tenerla en mis brazos cuando me instalaron en la habitación.
Ahora te contaré sobre mi segundo parto, había escuchado decir a otras mujeres que cuando ya te habían realizado una cesárea lo más posible era que te volvieran a realizar otra. Viene a mi mente una de las pláticas impartidas en el seguro social. La daba una enfermera y nos repitió lo mismo de una vez cesárea siempre cesárea; este no fue mi caso.
Como lo han dicho las parteras desde siempre, el baño no sólo no es necesario, sino que puede entorpecer el inicio de la lactancia
Desde el principio del embarazo optamos por apoyarnos en una partera. Tuvimos un largo recorrido, pasamos por tres parteras, hasta llegar con la que nos pareció que sería la mejor opción para nosotros. En cada consulta con ella abordábamos temas más profundos, nuestros estados de ánimo, nuestras dudas, nuestros miedos. Fue un proceso totalmente diferente, armonioso y respetuoso.
Decidimos que el parto fuera en casa. Nuestra segunda hija llego por parto vaginal un 8 de julio de 2015. El trabajo de parto estuvo largo y cansado, las contracciones habían empezado una noche anterior. La conocimos alrededor de la 1:42 de la tarde, la recibió la partera y después la sostuvo su papá. Rápidamente se pegó a mi pecho y empezó a mamar, después descansamos juntas. A nuestra segunda hija no la “limpiaron”. Elegí la posición con la que me sentía a gusto para poder parir. Pasé ratos sentada, acostada, inclusive dentro de una piscina con agua caliente, fue un proceso realmente diferente.
Cómo pudiste ver mis dos partos fueron totalmente diferentes. Si estas por tener a tu bebé o si planeas tenerlo, te recomiendo que no te quedes con lo primero que te digan. Infórmate, busca otras opiniones, investiga sobre otras alternativas. Recuerda que tienes derecho a decidir cómo y dónde tenerl@, tienes derecho a un parto digno y respetado.
Muchas gracias por leerme.